Tengo yo mucho ansia por definir objetivos, tesoros en el mapa… sin replantearme siquiera si ese mapa aún es válido o si estoy en el mismo tinglado que hace un año.
En mi empeño por reflexionar acerca de objetivos regreso a la hamaca y me re ubico.
Paradigma, la forma en la que vemos las cosas, no es más que un mapa, refleja cómo son las cosas o cómo deberían ser.
Estas guías que nos ayudan a desenvolvernos en nuestro mundo, varían a lo largo de nuestra vida y en ocasiones quedan obsoletas. Son el principio sobre el que comenzar a edificar cualquier otra iniciativa para de ubicarnos antes de comenzar a andar con éxito.
En muchas ocasiones hemos escuchado que la actitud y la conducta son las piedras angulares para desenvolvernos… pero es el mapa el que guiará hacia dónde dirigimos esos comportamientos. No tendría sentido querer moverse por Madrid con un mapa de Cuenca, lo mismo sucede en nuestra vida, hay que replantearse el plano mental antes de lanzarse a una larga caminata o trote.
Replantearse y ver nuestras proyecciones del mundo nos ayuda además a comprender que el resto de los humanoides muy probablemente tendrán otras sendas marcadas. Si profundizamos en cómo construimos nuestro propio mapa, entenderemos también cuánto de influencia cultural, educacional y social hay en estas construcciones mentales tanto propias como ajenas. Estos trazos dicen mucho de nosotros.
Es a partir de estos mapas de donde nace la conducta y la actitud. El análisis y el cambio de paradigma es lento pero efectivo.
Un buen punto de partida si os habéis lanzado a reflexiones frente al mar.
Magnífica reflexión y como tu dices…ayuda perfecta, el mar enfrente de tus ojos…
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Gracias Pilar 🙂
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